...en una luna llena, aullaré recordandote...
La panza del lobo
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abril 13, 2004

A traves de la lluvia 


Habia pasado todo el dia con su mama, en un gran almacen. Esa bella pelirroja, con cara pecosa, clara imagen de la inocencia, no debe de haber tenido mas de 6 años.

Cuando se disponian a abandonar el almacen, llovia a cantaros. Aquella clase de lluvia que, cuando cae tan fuerte desde las nubes, no logras distinguir la distancia entre una gota y otra... ni siquiera las ves golpear el suelo...

Todos nos quedamos frente a la puerta, resguardados de la lluvia. Esperabamos, algunos con paciencia, y otros irritados porque la naturaleza les estaba estropeando su prisa rutinaria.

Siempre me ha encantado la lluvia. Me pierdo ante la vista de los cielos, lavando la suciedad y el polvo de este mundo. Al mismo tiempo, los recuerdos de mi infancia, corriendo bajo la lluvia, son bienvenidos como una forma de aliviar todas mis preocupaciones.

La voz de esta chiquita era muy dulce, y rompio mi trance hipnotico con esta inocente frase: "Mama, corramos a traves de la lluvia".

"¿Que?", dijo su mama... "Sí, mama.. Corramos a traves de la lluvia".

"No, mi amor... Esperemos a que baje la lluvia", contesto la mama pacientemente... La niña espero otro minuto, y repitio: "Mama, corramos a traves de la lluvia". Y la mama le dijo: "Pero si lo hacemos, nos empaparemos..."

"No, mama, no nos mojaremos. Eso no fue lo que vos dijiste esta mañana a papa..." Tal fue la respuesta de la niña, mientras halaba el brazo de su madre...

"¿Esta mañana? ¿Cuando dije que podemos correr a traves de la lluvia, y no mojarnos?"

"¿Ya no lo recuerdas? Cuando hablabas con papa acerca de su cancer, le dijiste que si Dios nos hace pasar a traves de esto, puede hacernos pasar a traves de cualquier cosa".

Todos nos quedamos en absoluto silencio. Juro que no se escuchaba nada mas que la lluvia. Todos nos quedamos parados, silenciosamente. Nadie entro ni salio del almacen en los siguientes minutos.

La mama se detuvo a pensar por un momento acerca de lo que deberia responder. Este era un momento crucial en la vida de esta joven criatura, un momento en el que la inocencia y la confianza podian ser motivadas, de manera que algun día florecieran en una inquebrantable fe...

"Amor, tenes toda la razon. Corramos a traves de la lluvia. Y si Dios permite que nos empapemos, puede ser que El sepa que necesitamos una lavadita". Y salieron corriendo...

Todos nos quedamos viendolas, riendonos mientras corrian por el estacionamiento, pisando todos los charcos.

Por supuesto que se empaparon, pero no fueron las unicas... Las siguieron unos cuantos que reian como niños mientras corrian hacia sus carros. Si, es cierto, yo tambien corri. Y si, tambien me empape... seguro Dios penso que necesitaba una lavadita.